miércoles, 6 de abril de 2016

El Principito...



Siempre he dicho que El Principito de Antoine de Saint-Exupéry marco a fuego mi generación, es el libro favorito hasta de quienes no lo han leído. Es un clásico que nunca muere, porque sabe llegar al niño que todos tenemos dentro.

El Principito es considerada la mejor obra escrita en francés del Siglo XX, fue publicada en 1943 y el manuscrito original se encuentra en la Biblioteca Pierpont Morgan de Nueva York.

En este libro, el autor plasma a través de metáforas y frases todas sus experiencias y sabiduría, brindándonos una obra entretenida, entendible y pletórica de imaginación, pero a la vez profunda y filosófica sobre la naturaleza humana, que siempre logra conectar con nosotros y nos inspira a buiscar el camino a casa.

En el manuscrito original hay dos episodios que se eliminaron de la edición; una reunión con un comerciante que le explica lo que es la mercadotecnia y una conversación con un inversionista que tiene una máquina con un botón que, al presionar, solucionará cualquier problema.

También hay un final alternativo en el que el narrador reflexiona sobre lo que pasó con El Principito después de que abandonó la Tierra. “Una versión abierta, melancólica y misteriosa que deja en el lector la forma de concluir y sentir el final del viaje del principito”.


Entre las alegorías más reconocibles de la obra resaltan:

* Las raíces de los “Baobabs” destrozan todo lo que las rodea, simbolizando los daños del nazismo.
* El elemento que más aprecia el principito es su rosa que está inspirada en su esposa Consuelo.
* La rosa vive en un planeta rodeado de tres volcanes que simboliza El Salvador, “Tierra de los volcanes” y país natal de su esposa.
* Saint-Exupéry explica su visión del matrimonio y la fidelidad en el capítulo en el que al visitar la Tierra descubre un rosal inmenso.
* El autor estuvo al lado de su hermano cuando murió de fiebre reumática a los 15 años, hecho que se plasma en el final de El Principito. 


Datos curiosos
Las ilustraciones de la obra fueron hechas en acuarela por el mismo autor. 

Saint-Exupéry se había estrellado varias veces antes de su desaparición. En 1935 su avión cayó en el Desierto del Sahara y fue rescatado junto el mecánico aviador por beduino al cuarto día del percance. 

La primera edición fue publicada el 6 de abril de 1943. al día de hoy existen más de 1,300 ediciones.

Ha sido traducida a más de 250 idiomas y dialectos, incluyendo el náhuatl, maya y el otomí.

Siempre aparece en la lista de los libros más vendidos junto con Historia.

Varios asteroides han sido nombrados en honor al autor y a su obra.

Saint-Exupéry nunca vio publicada su obra en Francia. 

Desapareció en un vuelo de reconocimiento en 1944, días antes de la liberación de París. Aunque siempre fue un misterio la muerte de Saint-Exupéry, en 1988 se encontró en el mar un brazalete con su nombre y el de su esposa.  



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