martes, 21 de marzo de 2017

Canción Del Amor Lejano


Ella no fue, entre todas, la más bella,
pero me dio el amor más hondo y largo.
Otras me amaron más; y, sin embargo,
a ninguna la quise como a ella.

Acaso fue porque la amé de lejos,
como una estrella desde mi ventana...
Y la estrella que brilla más lejana
nos parece que tiene más reflejos.

Tuve su amor como una cosa ajena
como una playa cada vez más sola,
que únicamente guarda de la ola
una humedad de sal sobre la arena.

Ella estuvo en mis brazos sin ser mía,
como el agua en cántaro sediento,
como un perfume que se fue en el viento
y que vuelve en el viento todavía.

Me penetró su sed insatisfecha
como un arado sobre llanura,
abriendo en su fugaz desgarradura
la esperanza feliz de la cosecha.

Ella fue lo cercano en lo remoto,
pero llenaba todo lo vacío,
como el viento en las velas del navío,
como la luz en el espejo roto.

Por eso aún pienso en la mujer aquella,
la que me dio el amor más hondo y largo...
Nunca fue mía. No era la más bella.
Otras me amaron más... Y, sin embargo,
a ninguna la quise como a ella.

José Ángel Buesa

martes, 7 de marzo de 2017

Miedos...


Todos tenemos miedos, sobre todo de niños.

En mi infancia estaba convencido que había un ser bajo mi cama, siempre acechando y dispuesto a tomar mis pies en cuanto tocaran el piso. A veces el monstruo jugaba conmigo y se escondía en el armario, tras la cortina o en la enorme muñeca de mi hermana, pero siempre era él, el mismo monstruo, jugando conmigo y sabiendo que lo peor no eran las cosas que pudiera hacer , sino todas aquellas cosas de las que yo lo imaginaba capaz.

En algún punto los miedos cambian, empezamos a temer a otros demonios, como el rechazo, el desempleo o el SAT. La adultez nos arremete como conquistador precolombino, destruyendo dioses paganos e instaurando los suyos propios.

Y en algún punto te das cuenta que el niño que fuiste  se escondería del adulto que eres, ese niño se taparía hasta la cabeza, cuidando de guardar muy bien los pies, con la esperanza que así no puedas atraparlo. 

Quizás el monstruo bajo la cama tenía razones para esconderse de ti, quizás ahora el monstruo duerme sobre la cama...