lunes, 17 de agosto de 2015

No creo en el perdón



No creo en el perdón.
No en ese perdón mágico y amnésico, ese perdón que pregonan como un mítico botón de reinicio.

No creo en el perdón de aquellos que se van, que huyen, que borrachos de culpa se esconden.
No.
 No creo en ese perdón.

Creo en las oportunidades.
Las oportunidades que se piden, las que se ganan.
Creo en las oportunidades para las personas que se quedan, que hablan, que afrontan su responsabilidad y buscan soluciones.
En ese perdón sí creo, fuera de eso,
si no hay perdón, que no haya olvido.

Si no hay contrición, que no haya pedido,
Si no hay intención, que no haya más ruido,
Ante la traición o error cometido,

Que si no hay perdón, tampoco haya olvido.