miércoles, 22 de octubre de 2014

Costumbre



Hoy, hoy quiero hablar de costumbre
La costumbre de fingir,
La costumbre de sentir 
Que el corazón va latiendo,
Simplemente por costumbre.

La costumbre de vivir
Costumbre de levantarte,
Costumbre de sonreír
Costumbre de ir al trabajo,
Es la costumbre aburrida 
De ir a un lugar por ir.

Costumbre desesperante
Costumbre de estar aquí,
Ah que maldita costumbre
Con ella, con ella voy a morir.

Por eso, hoy quiero hablar de costumbre
La costumbre de fingir,
La costumbre de sentir 
Que el corazón va latiendo,
Simplemente por costumbre.

La costumbre de vivir
Costumbre de tantas cosas,
Que te obligan a seguir
Pero que linda costumbre,
Costumbre de amarte así,
Costumbre de ser tan tuyo
Acostumbrándote a mí.

miércoles, 15 de octubre de 2014

Viceversa



Tengo miedo de verte 
necesidad de verte 
esperanza de verte 
desazones de verte
tengo ganas de hallarte 
preocupación de hallarte 
certidumbre de hallarte 
pobres dudas de hallarte

tengo urgencia de oírte 
alegría de oírte 
buena suerte de oírte 
y temores de oírte

o sea 
resumiendo 
estoy jodido 
                          y radiante 
quizá más lo primero 
que lo segundo 
y también 
                      viceversa.


Mario Benedetti

lunes, 6 de octubre de 2014

El Vino



Si Señor, Si Señor
El vino puede sacar 
cosas que el hombre se calla, 
que deberian salir 
cuando el hombre bebe agua. 
  
Va buscando, pecho adentro 
por los silencios del alma, 
y les va poniendo voces 
y los va haciendo palabras. 

A veces, saca una pena 
que por ser pena, es amarga; 
sobre su palco de fuego 
la pone a bailar descalza. 
  
Baila y bailando se crece 
hasta que el vino se acaba, 
y entonces vuelve la pena 
a ser silencio del alma. 

Si Señor  
El vino puede sacar 
cosas que el hombre se calla. 

Cosas que queman por dentro 
cosas que pudren el alma 
de los que bajan los ojos, 
de los que esconden la cara. 

El vino entonces libera 
la valentia encerrada, 
y los disfraza de machos 
como por arte magia... 

Y entonces son bravucones 
hasta que el vino se acaba 
pues del maton al cobarde, 
solo media la resaca. 

Si Señor  
El vino puede sacar 
cosas que el hombre se calla. 

Cambia el prisma de las cosas, 
cuando mas les hace falta 
a los que llevan sus culpas 
como una cruz a la espalda. 

La inpura se piensa pura, 
como cuando era muchacha; 
y el cornudo regatea 
la medida de su astas. 

Y todo tiene colores 
de castidad simulada, 
pues siempre acaban el vino, 
los dos en la misma cama. 

Si Señor
El vino puede sacar 
cosas que el hombre se calla. 

¡Pero que lindo es el vino! 
el que se bebe en la casa 
del que esta limpio por dentro 
y tiene brillando el alma, 

que nunca le tiembla el pulso, 
cuando pulsa una guitarra; 
que no le falta un amigo, 
ni noches para gastarlas, 

que cuando tiene un pecado, 
siempre se nota en su cara. 
Que bebe el vino por vino, 
y bebe el agua, por agua...