lunes, 6 de octubre de 2014

El Vino



Si Señor, Si Señor
El vino puede sacar 
cosas que el hombre se calla, 
que deberian salir 
cuando el hombre bebe agua. 
  
Va buscando, pecho adentro 
por los silencios del alma, 
y les va poniendo voces 
y los va haciendo palabras. 

A veces, saca una pena 
que por ser pena, es amarga; 
sobre su palco de fuego 
la pone a bailar descalza. 
  
Baila y bailando se crece 
hasta que el vino se acaba, 
y entonces vuelve la pena 
a ser silencio del alma. 

Si Señor  
El vino puede sacar 
cosas que el hombre se calla. 

Cosas que queman por dentro 
cosas que pudren el alma 
de los que bajan los ojos, 
de los que esconden la cara. 

El vino entonces libera 
la valentia encerrada, 
y los disfraza de machos 
como por arte magia... 

Y entonces son bravucones 
hasta que el vino se acaba 
pues del maton al cobarde, 
solo media la resaca. 

Si Señor  
El vino puede sacar 
cosas que el hombre se calla. 

Cambia el prisma de las cosas, 
cuando mas les hace falta 
a los que llevan sus culpas 
como una cruz a la espalda. 

La inpura se piensa pura, 
como cuando era muchacha; 
y el cornudo regatea 
la medida de su astas. 

Y todo tiene colores 
de castidad simulada, 
pues siempre acaban el vino, 
los dos en la misma cama. 

Si Señor
El vino puede sacar 
cosas que el hombre se calla. 

¡Pero que lindo es el vino! 
el que se bebe en la casa 
del que esta limpio por dentro 
y tiene brillando el alma, 

que nunca le tiembla el pulso, 
cuando pulsa una guitarra; 
que no le falta un amigo, 
ni noches para gastarlas, 

que cuando tiene un pecado, 
siempre se nota en su cara. 
Que bebe el vino por vino, 
y bebe el agua, por agua... 

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