Decidí no amarte porque eres peligrosa. Me costo tiempo darme cuenta, pero al final lo noté.
Es peligrosamente fácil enamorarse de ti, saltar al vacío y perderse a tu lado.
Pero no lo haré.
Decidí no amarte.
Decidí no quedarme prendado de tus ojos y mirarlos tan pronto cierro los míos.
Decidí no anhelar tu risa y andarla escuchando tan pronto el ruido cesa a mi alrededor.
Decidí no dedicarte canciones ni escribirte miles de palabras describiendo mi amor.
Decidí no amarte nunca y así me lo repito una y otra vez cada noche, cuando eres mi último pensamiento antes de dormir...
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