"Cuando lleguemos a ese río, cruzaremos ese puente." dijo Julio César a sus generales cuando iban en campaña rumbo al río Rubicón, en una de las escenas más poderosas de la historia antigua.
Julio Cesar, aun antes de ser El Cesar, es uno de los personajes históricos más importantes y sin él, el mundo no sería como hoy lo conocemos. Aparte de ser un líder nato, político audaz y un general dotado, Julio Cesar también era escritor y una de sus mejores frases es justamente esta: "Cuando lleguemos a ese río, cruzaremos ese puente."
Julio Cesar se la dice a sus generales durante su campaña para cruzar el río Rubicón que separaba a Italia de la Galia Cisalpina. El Senado romano, para impedir el paso de tropas procedentes del Norte, declaró sacrílego y parricida a aquel que con una legión o con sólo una cohorte pasara el Rubicón. Sin embargo, Julio César, a quien el Senado había rehusado nombrarle Cónsul y a quien, por instigación del cónsul Pompeyo, había ordenado dejar el mando y licenciar a sus tropas, decidió marchar sobre Roma para derribar a Pompeyo.
Cuando en el año 49 antes de Jesucristo, César llegó a orillas del Rubicón, después de unos momentos de reflexión acerca del peligro que entrañaba franquear dicho río, se decidió a vadearlo, diciendo: Alea Jacta Est (La suerte está echada).
Estoy plenamente convencido de que Julio César si sabía exactamente que haría al llegar al río, pero quiso quitar presión a sus generales para que se concentraran en los problemas reales e inminentes. La anticipación de los problemas corresponde al nivel estratégico, el nivel táctico debe centrarse en la resolución de los problemas del día a día.
Esta frase también tiene una interpretación a vivir el presente, disfrutar el día de hoy, aprovechar el momento, carpe diem, y no vivir atormentado por el futuro que aún no existe. Si bien, conviene hasta cierto punto tener planes, nunca permitas que sean los planes los que te tengan a ti.
Sabias palabras de uno de los más grandes personajes de la Historia europea, quien no solo se contentaba con sus títulos militares y sus proezas épicas, sino que daba todo su ser, por la lucha de un Imperio Romano, con reales valores reconocidos, portándose en esos avatares, como uno más de la Grey, sin distinción de su rango ni su estirpe.
ResponderBorrarGracias Anaya. Bien contado y buena reflexión.
ResponderBorrarClaro como el no iba a morir en la batalla. Cruzaremos ese puente cuando lleguemos a ese rio, decía el tipo.... Probrecillos miles de muertos que mandó con el dichoso lema ese. Y el ahí tumbaditooo
ResponderBorrarJulio César no estuvo nunca “tumbadito” mientras luchaban sus legiones. César puso su vida en peligro por proteger y defender a los populares frente a los poderosos optimates. Fue un excelente general y estratega, y adalid de los más desfavorecidos frente al poder arrollador del Senado. Cruzar el Rubicón fue una de sus decisiones más valientes y comprometidas con su causa, y su determinación en la defensa de los desfavorecidos le convertiría en un César muy querido por su pueblo, y eso le costó la vida tras 23 puñaladas cobardes a las puertas del Senado.
ResponderBorrarCésar nunca estuvo “tumbadito” mientras sus legiones avanzaban o luchaban.
Gracias Anónimo. Tus palabras agrandan este Foto. Salve.
ResponderBorrarGracias Anónimo, por colaborar con este Foro
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